Cruzamos la frontera sin problemas. Lloviznaba y estaba fresco. Almorzamos en Ipiales y aprovechamos para visitar, junto a otros peregrinos, el Santuario de Las Lajas, una iglesia que aparece atrevida en el medio de peñascos sobre un puente que da vértigo en el cañón del río Guáitara. “El interior es todo formado por la roca misma, cortada en lajas. En una de éstas se ve dibujada al óleo la imagen de la Virgen, el agua corre por debajo; las murallas se destacan agrias y rocallosas; el bosque se tupe alrededor, y todos los contornos se presentan con silvestre majestad”, así lo describe Pérez Manosalva, presidente de Colombia de principios del siglo XX. Muy acertada. La iglesia en sí de estilo neogótico, no fue lo que más me gustó (siguiendo los patrones de mi abuela) pero el lugar es único para callar y contemplar.
Seguimos camino tupido y verde hacia Pasto. En la banquina empezaron a aparecer militares que nos acompañarían en varias etapas del viaje. Cuando pasábamos nos hacían el signo de OK con el dedo. Significa: camino despejado. Esta zona, tierra adentro y escondida, está tomada por las FARC y los narcos, hoy ya socios. Nos contaban que los ideales guerrilleros hoy se reducen al poder y la plata. La cruda década del 90 quedó atrás pero todavía sigue la lucha. Del enfoque bélico de Uribe se pasó a uno más diplomático de Santos, muchos creen que la búsqueda de diálogo y firma de la paz no está funcionando y que la guerrilla vuelve a ganar terreno. Qué tristeza ver un país tan rico, con gente abierta, sonriente y hospitalaria sufriendo este mal que cuesta tanto erradicar.
A lo largo del camino sombreado y exuberante con las montañas forradas de retazos de distintos tonos de verde (los típicas colchas de patchwork), pasamos pueblos alegres llenos de chicos, carros de fruta y movimiento. Ni rastros de la sombra del miedo. Llegamos a Pasto de noche y nos quedamos en la casa de Lazos de Amor Mariano que una vez más nos abría sus puertas. Gaby y Johnathan nos llevaron a comer rico y nos contaron sobre esta ciudad fría, tranquila y llena de iglesias, la llaman la “ciudad teológica”. Al día siguiente, Johnathan tan generoso nos invitó a probar un verdadero desayuno local que consta de caldo de gallina, un plato de frijoles, huevo, banana frita, jugo y fruta. Probamos los buñuelos de queso y el quimbolin, un budín húmedo preparado con harina de maíz, manteca, huevo, queso, pasas y envueltos en hojas de achira. Delis.
En el último tramo del camino, se había desoldado uno de los puntos del portaequipaje, Johnathan nos llevó a un solador amigo que lo resolvió enseguida. Con esto solucionado y gran abrazo de por medio partimos hacia Popayán, la ciudad blanca. Nos habían advertido mucho el no hacer ese camino de noche. (Nos enteremos días después la guerrilla lo cortó en represalia por la muerte de varios guerrilleros).
Llegamos ya atardeciendo a la casa de los padres de Jaider, amigo virtual de Bogotá, que nos presentó a su familia tan pero tan cariñosa. Visitamos la ciudad de casas blancas y techos de teja. Comimos riquísimas y diminutas empanaditas fritas de Pipián y descubrimos el jugo de lulo, una delicia que nos acompañará todo el viaje. De Popayán, seguimos hacia Cali maravillados por las rutas flanqueadas por paisajes de montañas quebradas, bosques selváticos y flores. Los peajes colombianos se empezaron a multiplicar y hacer mella en nuestro escaso bolsillo. Uno tras otro, sin piedad aparecían. Gran misterio la multiplicación de estas garitas en rutas que muchas veces estaban en construcción o duraban unos pocos kilómetros.
Llegamos a Cali bajo un cielo tormentoso. Nos recibió Pilar con paso rápido, sonrisa contagiosa y enorme generosidad. Nos acompañó a la casa de su hermana (que en ese momento estaba trabajando) junto con su sobrina Valentina de 16 años que en dos minutos se había ganado la confianza de los chicos. Comíamos riquísimas empanadas fritas con arroz cuando llegó Liliana, dueña de casa, tan simpática como Pilar y todos de gran charla amena y familiar. Valentina nos dio una clase de salsa y agotados nos fuimos a dormir. Al día siguiente, visitamos el zoológico tropical de Cali que se desparrama al borde un río casi cordobés. Los chicos fascinados. Después paseamos por el centro histórico y el simpático barrio colonial de San Antonio, de casas bajas y calles empedradas.
Esa noche después de comer en familia unos sándwiches con salsa blanca y torta negra con helado, obra de Pilar, nos hicieron gran regalo al quedarse con los chicos mientras Catire y yo partimos al Tintindeo para lustrar las pistas. Llegamos temprano y había algunas parejas bailando…muy mal. Uy no será un lugar pensado para extranjeros que vienen buscando sabor local?? (como nosotros…) pero no, media hora más tarde la pista se fue poblando de caderas ondulantes, pasos que se enredan con desconcertante armonía, vueltas y más vueltas que te dejan hipnotizado. Qué bien que bailan, mujeres y hombres…Las parejas pasan a la pista y cuando termina la canción se sientan y descansan mientras conversan y toman su trago. Había pocas parejas fijas, mucho cambio sin que tenga esto ninguna connotación. Tomamos valor y avanzamos. La música buenísima, enseguida me sentí en aquella película de Patrick Swayze de mi adolescencia. Lejos del nivel de las parejas colombianas que deben nacer bailando creo que hicimos un buen papel.
Con el sabor de la salsa y el ambientito tan especial que le da su gente, dejamos Cali y nos adentramos en el eje cafetero. Los paisajes son increíbles. Plantas de café, palmeras, enredaderas de flores y los famosos willis, jeeps de colores típicos de esta zona. La tierra revienta y desparrama vida. Llegamos a la Finca Miravelez donde nos habían invitado a acampar. Llegamos de noche pero el camino entre bulevares de árboles y olor a piña ya nos dejaba entrever lo que descubriríamos al día siguiente. Acampamos a los pies de una típica casa de la zona. De madera, con balcones galerías, grandes ventanas y pintada de blanco y colorado oscuro.
Nos despertamos al alba para preparar el cumple de Carmín. Tradición familiar marca sorprender con desayuno especial al cumpleañero. Los chicos habían preparado dibujos, teníamos regalitos, globos y un budín tuneado con dulce de leche y rocklets. La despertamos con las velas prendidas y la cara de felicidad no se la sacó por mucho tiempo.
Después del festejo visitamos la finca, conocimos la planta de la piña que nunca habíamos visto y pasamos a saludar a los dueños de casa que estaban en otra casa más adelante, moderna pero con grandes vistas. Conversamos con Jimena y Hernán mientras los chicos se bañaban encantados en la pileta para aplacar los calores de la mañana.
Seguimos viaje bien provistos de piñas frescas y rumbeamos para el Parque del Café, un parque temático lleno de montañas rusas para festejar el cumple número 3 de la benjamina de la familia a pura adrenalina. Impresionante el lugar donde está ubicado, bajás en teleférico con vistas panorámicas del Quindío. Los chicos se subieron a todos los juegos y varias veces. Nosotros acompañamos en algunos dejando los pulmones pero no el estómago, por suerte. Carmin se atrincheró en la calesita y Mia resoplaba indignada cuando no la dejaban subir a alguna montaña rusa escalofriante.
Agotados llegamos a Manizales por los caminos estrechos y pintorescos de la ruta del café. Nos esperaban Tali y Marco amigos de Silvia, una colombiana que vive en Vancouver y que se tomó a pecho el mostrarnos su país desde lejos. La casa de Tali y Marco esta empotrada en la montaña llena de palmeras con vistas a picos nevados. Un sueño. Decidieron cambiar la ajetreada vida de Bogotá por este paraíso donde pueden volver a almorzar a su casa, buscar a sus hijas al colegio y salir en bicicleta los fines de semana por estos caminos increíbles. Llegamos justo para el cumpleaños de Marco y nos incluyeron en el festejo familiar como viejos amigos junto con un arroz con mariscos, torta de chocolate y mucha charla compartida. Los chicos divertidísimos con Susy y María como si se conociesen desde siempre.
Se acercaba al cruce a Panamá, punto álgido del viaje. Pensábamos cruzar en un ferry, Francisca y nosotros, pero hace algunas semanas nos enteramos de que dejaba de operar hasta noviembre. Sin esta alternativa había que enviar la kombi por barco de carga y nosotros por avión. Revisamos todas las posibilidades y esta era la más segura pero llena de burocracia y el triple de cara… es increíble que sea tan difícil el paso entre estos dos países. Revisando la ruta decidimos seguir camino a Bogotá y saltear el paso por Medellín que quedará seguro para otro viaje. Necesitamos llegar con tiempo a Cartagena. El camino a la capital fue largo, no en km, sino en curvas. Francisca ya está acostumbrada al zigzagueo que sube y baja, dejando en cada vuelta un paisaje de postal. Ya oscuro entramos en la hora pico bogotense que por suerte no fue tan grave y llegamos a nuestro destino: la casa de los Mazzini Perrota que nos hicieron sentir una vez más en familia.
En Puebla, México, será una placer y honor recibirlos, su viaje y la razon nos ha inspirado a mi esposo y a mi, Dios los bendiga familia.
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Hoy dia domingo 29 de junio, llegaron noticias de uds. acompañadas de francisca siguen rumbo a Filadelfia, estas buenas noticias estoy comunicando a las demas personas que conocieron en esta su casita de Arequipa Peru y tambien elevaremos preces al Todopoderoso, para que la diosa fortuna siga acompañandolos, esperando que el tiempo no los vaya a ganar Tambien preguntandonos como van avanzando los 4 hijos vuestros en las lecciones del colegio
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Gracias Reynaldo. Todo muy bien por acá! Un abrazo.
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Hola Catire. Noël Carla,Dimas,Mía, Carmín y Francisca….Que delicia viajar con ustedes los relatos me hacen sentir que voy en el techo de Francisca, acompañándolos y cuidando cada rincón por donde van pasando; disfrutando y deseándoles que cada lugar sea muy cálido y que los chicos pasen felices. Seguiremos pendientes de cada nueva experiencia. Que manera mas maravillosa de conocer el mundo, los admiramos mucho y esperamos verlos en algún otro viaje. Un fuerte abrazo y no duden en contactarnos para saber el paso por Georgia.
Carlos y Claudia
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Gracias Claudia y Carlos!! Encantados los llevamos en el techo. Qué bien la pasamos con ustedes, Los seguimos extrañando!
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Gran cumpleños de Carmin!!!! Abrazo Grande a todos!!
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Gracias!! Abrazo.
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Noel Nos perdimos ya vas por San GIl
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Si!!! qué lástima. Me hubiese encantado hacer un encuentro. Los días vuelan. Gracias Tatiana y ojalá lo podamos concretar. Un gran abrazo!
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la noche en pista de baile me encanto abrazos los quiero
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A Juan le veo mucho potencial salsero!
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me encanto el cumple de carminchu
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Como extraño el jugo de Lulo!!!! Que fruta más rica! Y Colombia el país de la frutas! Besos
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Sí, delicias diarias.
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Espectacular!!!!
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Nuevamente que inmensa alegría saber de Uds., con mis nietas hemos visto las fotos y Emma y Mya me encargan enviarles intensos abrazos,en especial a la niñita que cumple años. ahora en nuestra casita celebrando el cumpleaños de mi nieta mayor Clara 16 años ,de antemano hizo un Retiro espiritual con sus compañeras de colegio Siempre nuestras oraciones para Uds. de parte de la Familia Ballón Manrique , con quienes estuvimos unos minutos en Arequipa Perú . Seguimos esperando noticias de Uds., y deseamos encontrarnos en Filadelfia en setiembre de este año
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Un gran abrazo para toda la familia!
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Disfruto mucho del relato, y las fotos están teñidas de sonrisas de chicos y grandes.
Seguimos de cerca la marcha, el camino, las búsquedas y los encuentros.
Gran abrazo.
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Gracias Gustavo! Estás muy presente en el viaje.
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Sigan adelante familia! Increíble la cara de la cumpleañera!
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Gracias Max!
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Seguimos preocupados que todavía no tienen solucionado el problema de trasladarse de Colombia a Panamá, estaremos orando para que encuentren la solución financiera, y ahora que Carmín ya tiene 3 años En ciertos Países las Embajadas y Consulados tienen formulas para ayudar a los conciudadanos que están viviendo momentos como el de Uds. En Buenos Aires pude comprobar el apoyo que daba el Consulado a familias peruanas
Saludos y cariños de todos los componentes del Clan Ballon Manrique de Arequipa ,Perú, que nos encontramos haciendo gestiones para la estancia de Yudy y del suscrito en el Hogar de alguna Familia de Filadelfia
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Que buena travesia..que sigan con suerte!!!!!
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Muy buen raconto Noël!!!!
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