Llegamos a Cusco de noche. Yo había estado hace 20 años pero no me acordaba que la capital del Imperio Inca era tan linda. Las calles de adoquines que suben y bajan, los faroles que iluminan las fachadas coloniales, las puertas de madera… Teníamos que llegar a Chakana House, un hostel de mochileros propiedad de María Gaona, gran amiga de Carlos Luque, fiel promotor de nuestro viaje. Nos habían dicho que la Plaza de Armas estaba vedada al tráfico pero entre tanta vuelta de repente nos hayamos bajando una empinada calle que desembocaba en la Plaza!! La gente nos hacía señas y revoleaba los brazos, no se puedeeee por ahí!!! Frenamos pero con la carga y la pendiente, no había marcha atrás posible. Lista para bajar y explicar al oficial de turno nuestra peculiar situación apareció un grupo de argentinos eufóricos y divertidos con la escena que se pusieron, cual srum de rugby, a empujar a Francisca para que podamos retomar camino sin mayores papelones.
En lo de María, señora de voz suave y pelo negro, sonrisa perenne y brazos abiertos, nos esperaba todo el equipo de Chakana House. Nos acomodamos los seis en un cuarto para 10 reviviendo el mundillo mochilero de otras épocas. Al día siguiente caminamos por la ciudad, la mejor manera de conocerla y vivirla. Nos quedamos un buen rato en la grandiosa Plaza de Armas, con la Catedral y la Iglesia de la Compañía de Jesús, caminamos por las arcadas que la rodean y te salvan de los chaparrones todavía presentes, a pesar de haber pasado la época de lluvias, y visitamos el mercado de San Pedro que se convirtió en parada obligada para almorzar rico por 3 soles y tomarnos jugos deliciosos de maracuyá, mango, chirimoya y piña en el local de Shirley. Después visitamos el Qorikancha, el templo Inca más importante de la ciudad, hoy Convento de Santo Domingo, que aún conserva vestigios de su pasado esplendoroso. Pero lo que más disfrutamos fue perdernos por la calles, entrar en las tiendas de artesanías, subir y bajar escaleras, reírnos con una llama desbocada o correr a buscar refugio por la lluvia que iba y venía. Fuimos a misa a la espectacular iglesia jesuita. Eramos pocos. Saludamos al cura Tato, un español octogenario que estaba hace años en Perú pero conservaba su acento.
En un trabajo que hice en Buenos Aires había conocido un proyecto de desarrollo agrícola en la zona, Qorichacra, que tenía financiamiento de Arcos Dorados. Me contacté con la empresa y ellos hicieron el vínculo con la organización local que lo gestionaba. Bajo la lluvia salimos con Darwin que se subió a la kombi y nos llevó a visitar a los agricultores. En el camino nos dio una clase sobre los Incas y las ruinas que pasamos. Nos habló de Pachacutec gran impulsor del Cusco, cómo inició la segunda dinastía al ganarle a los Chancas, pueblo guerrero que casi se queda con la ciudad. También nos contó sobre el último Inca, Atahualpa. y cómo se hizo amigo de Francisco Pizarro quien lloró la la muerte de su amigo sensible, inteligente y gran jugador de ajedrez. Qué bueno encontrar a alguien local que te haga de guía! Llegamos y visitamos a la familia de Reynaldo, Alejandrina y Edwin que tenían un enorme invernadero con frutillas, todo tipo de lechugas, acelga, apio y otras verduras que daban al lugar olor a fresco y sano. Además del invernadero eran criadores de cuyes, una especie de hámster o cuis. Los chicos fascinados se quedaron un buen rato alzando y acariciando a estos bichos simpáticos. Edwin de 26 años le estaba dando un gran empuje al negocio familiar además de estudiar en la Universidad de Cusco. Nos fuimos impresionados con el trabajo, el esfuerzo y la energía de esta familia.
Al día siguiente, con la ayuda de Michel de Chakana House planificamos la forma más barata (bien difícil!) de subir a Machu Picchu. Implicaba largas caminatas y trepadas. Decidimos que lo hagan Catire con los dos mayores y yo me quedaría con las chicas en Cusco. En aquel viaje de amigas, allá lejos y hace tiempo yo había podido patear el camino del Inca cuando la cosa era más sencilla y accesible. Nos dividimos y mientras los grandes iniciaban la odisea Machu Picchu, las chicas y yo seguimos descubriendo Cusco. Pudimos sentarnos en primera fila en las escalinatas de la plaza para ver un carnaval de bailes típicos. Seguimos tomando jugos, subiendo y bajando escaleras, y nos volvimos a encontrar con la simpática familia francesa de Puno y tomarnos un regio chocolate en el museo del cacao.
Mientras tanto, el grupo Machu Pichu iniciaba el ascenso! (ahora sigue relato de Catire).
A las 7:30 estábamos sentados en la camioneta. Bajadas, subidas, mareos y sueños nos regaló la increíble ruta hasta La Hidroeléctrica (Escala 1). Sin mirar atrás, encaramos 3 horas de caminata, al borde de la vía del tren rumbo a Aguas Calientes (Escala 2). Momentos, charlas, anécdotas, arengas y descansos fueron parte de este camino único y compartido con Cala y Dimas. Llegamos cansados y ya de noche. Nos pegamos un baño, comimos algo y a dormir.
4.30hs sonó el despertador. Nos cambiamos, compartimos una chocolatada, organizamos los víveres de la mochila y a caminar. Primera sorpresa: “Llovía”. Obviamente no teníamos capa. Pero estos dos Titánes, sin quejarse, encararon atrás mío (que sin linterna no veía nada). De a poco fue asomando el sol, que nos llegaba filtrado por las nubes. Cala y yo subíamos a paso firme dando ánimos a algunos retrasados. Dimas “la cabra”, subía, bajaba, volvía a subir, encontraba atajos, se hacía amigo de los otros viajeros, …. A las 6:30hs estábamos en la Mágica y Enigmática Machu Picchu. Hay que estar ahí para tratar de entender la cultura Inca. Para vivir y sentir un poco los maravilloso de este lugar. Durante 4 horas seguimos subiendo y bajando por la ciudad mientras una guía local, con ojos cerrados, y casi en conexión con sus antepasados describía el lugar.
10:30hs empezamos a bajar. Dimas “la cabra” bajó como si nada. Cala y yo ya sentíamos las piernas. Cuando llegamos a Aguas Calientes teníamos 20 minutos de resto, así que decidimos visitar las termas y relajar las piernas antes de encarar el tramo final. Dimas copado con las piletas de agua caliente, entraba y salía de todas y cada una.
12:00hs encaramos el tramo final, para llegar a la Kombi que nos esperaba hasta las 14:30hs. Sabiendo que teníamos media hora menos que a la ida, empezamos caminando rápido. Cala nos alegró con cuentos y anécdotas con su prima Azul, y Dimas con su primos Cruchi. Ya cansados, los chicos le hacían dedo al tren en el que otros viajeros iban tomando café y té. Pero nada. A seguir caminando que no llegamos.
Párrafo especial para estos 2 GRANDES, que sin quejarse ni una vez, no dejaron de caminar, bajo una lluvia constante, y terminaron al trote rápido para no perder el transporte de vuelta. Llegamos a toda velocidad con las manos en alto buscando el mismo transporte que nos había llevado el día anterior. Nada. Desconsuelo. Descepción. Papá, no me asustes decía Cala. Y ahora qué hacemos decía Dimas. (Si nuestro transporte se había ido, teníamos que volver caminando las 3 horas hasta Aguas Calientes). Hasta que se escuchó un “Alfredo Walkeeeeeeeeerrrrr, Alfredooooo Walkeeeeeerrrrrrr”, de chofer salido de no se donde. Los tres al unísono gritamos “AACCCCAAAAAAAAAÁÁÁÁÁÁÁÁÁ´”. Nos sentamos sinténdonos los más felices, los más grandes. Selfie de la victoria, y los chicos se quedaron fritos. Yo me quedé pensando en lo maravilloso de esos 2 días compartidos con Cala y Dimas. Recordé cada anécdota, cada paso, cada mirada, cada olor, y di gracias. Por lo vivido, y porque abajo nos esperaban Noël, Mia y Carmin.
(Sigo yo el relato). El sábado a la noche llegaron agotados, mojados pero felices. Según Cala fue el viaje más duro de su vida pero el mejor. Nos tomamos el domingo para recuperar fuerzas y visitar el Valle Sagrado. Salimos con la kombi a la par del río Urubamba rodeado de montañas verdes, terrazas de cultivo, mujeres de colores con fardos o hijos en la espalda. Otro camino inolvidable. En Pisac nos recibió el alegre mercado de los domingos. Lleno de frutas, verduras y artesanías. Daban ganas de llevarse todo (y no había bolsillo para nada ja). Comimos en la plaza compartiendo mesa con viajeros y parroquianos, y seguimos camino hacia Urubamba donde nos encontramos con Daniel, miembro del club VW de Cusco. En la plaza verde del pueblo con una iglesia imponente bajo las montañas nos quedamos charlando un buen rato. Después descubrimos una kombi muy parecida a la nuestra estacionado un poco más alá. Ernesto y su novia Hannah de Nueva Zelandia (cafeteraporamerica.com) estaban viajando desde hace 5 meses vendiendo café de verdad. Hannah es una experta cafetera y lo sirve con la temperatura y proporciones exactas. Conocimos también a Jose, español de Madrid y su mujer argentina. Se conocieron de viaje hace más de 10 años y hoy viven en Ollantaytambo, un poco más adelante con sus dos hijos y también están con ganas de viajar en su kombi. Muchos viajeros hay en el camino. Muchas personas interesantes. El viaje se transforma en un tejido de conversaciones que te permiten imaginar sus vidas y participar de sus sueños.
El lunes, nos despedimos de María y salimos temprano de Cusco hacia Abancay. Nadie nos esperaba en este pueblo grande embutido en las sierras verdes. El camino de montaña boscosa era una sucesión de vueltas en U pronunciadas. Llegamos a Abancay con luz. Pensamos ir a tocar la puerta al convento de las dominicas recordando la buena experiencia de Chile. Vimos dos monjas vestidas de blanco y frenamos a preguntar direcciones. En seguida nos ofrecieron hospedaje. Cuando les preguntamos a qué orden pertenecían, la respuesta fue literal: somos las hijas de la Divina Providencia. Y ahí fuimos. Nos invitaron a la misa de laudes y madrugamos a las 6 (¡!).Nos quedamos conversando con la hermana Lilia, una monja muy simpática que nos contó cómo había llegado a Abancay. De paso Catire ligó sesión en cama eléctrica, original emprendimiento de la hermana que aprovechaba los dolores de espalda de la gente para conversar de otros temas.
De Abancay seguimos a Puquio. Otro pueblo de sierra. En el camino vimos miles de vicuñas salvajes. Una visión impresionante. Otra vez llegamos a más de 4000 mt. Vimos caseríos de casas de adobe perdidas en la inmensidad de un valle fértil salpicado de lagunas. En una curva helada y lluviosa paramos ante el pedido de Germán, trabajador de una empresa de cría de truchas. Volvía a Puquio para visitar a su familia y hacer unas compras. Se encargaba de cuidar las redes de pesca de ladrones de truchas que decía podían llegar a los 8 kilos. Llegamos a Puquio de noche y nos recibieron los padres Efrén, Benito y Francisco de la Parroquia Niño Jesús. El Padre Efrén tenía que viajar a Lima así que se subió a la kombi y nos acompaño hasta Nasca desde donde se tomaría un bus. En el camino copado por manadas de flores amarillas seguimos encontrando alpacas, vicuñas y…cóndores. Las curvas pronunciadas nos obligaban a tocar bocina para protegernos de los temerosos conductores peruanos. Cada tanto veíamos cruces y capillitas, y Efrén nos explicaba, acá se desbarrancó un bus con 15 personas, allá un auto con 5…aterrador.
Llegamos a Nasca, ciudad en del desierto y almorzamos pollo, chaufa y cremoladas en lo de unos amigos de Efrén. Pasamos por la Parroquia Santiago Apostol donde el Padre Martin nos invitó a dormir. Dejamos las cosas y fuimos a ver algunas de las líneas de Nasca. Se pueden ver en avioneta o por el mirador. Subimos eternas escaleras y con el viento que daba vértigo pudimos vislumbrar un enorme árbol y una rana gigante. El misterio de cómo y porqué los nascas hicieron estos dibujos que solo se aprecian desde lo alto sigue intrigando a muchos. Atardecía y la panamericana parecía eterna desde esa altura.
Dejamos Nasca y paramos en Lizapa a almorzar. Un amigo de un amigo nos había invitado a visitar a su tía Mamaina. Esta señora activa y conversadora nos esperaba con sopa, pollo, ensalada e Inca kola con sabor a chicle. Hace años volvió al pueblo desde Lima cuando se madre necesitaba que la cuiden y de ahí no la movían decía. Visitamos la chacra de frutales que tenía muy cerca, vimos naranjos, árboles de mango, bananos, dátiles.
Comidos y munidos de fruta seguimos camino a Pisco donde nos esperaban miembros del club VW Perú para revisar a Francisca. Llegamos tarde al taller de Ñapancha y su hijo Julio Calderón. Nos invitaron con te y sándwiches, y cuando hubo más confianza nos ofreció una damajuana de verdadero pisco! El taller de Ñapancha era punto de reunión de clientes y amigos. Apareció Saúl un valenciano que se enamoró de una pisqueña y de Valencia llegó a esta ciudad desordenada, sufrida por el terremoto de 2007 y con aires intensos que trae una fábrica de harina de pescado de Paracas. Pero en el taller se sentía uno más. Esa noche dormimos en lo de la hermana de Julio. Temprano llevamos a Francisca para que Julio le ajustara los espárragos (¿?) que estaban flojos. Acompañe a Norma, la mujer de Ñapancha al mercado que estaba desolado por la reciente inauguración de un shopping enfrente al que Norma, por principio, no compraba. Las vendedoras le suplican: Norma vuelvaaa. Los chicos jugaban con los nietos de Ñapancha entre escarabajos, motores y tuercas. Estuvimos poco pero enseguida nos dimos cuenta que estábamos entre muy buenas personas.
Y de Pisco encaramos la Panamericana hacia Lima. Apareció el Pacífico de un lado y las montañas amarillas y secas del otro. Pueblos humildes del color de la tierra empezaron a poblar los cerros a medida que nos acercábamos. La Panamericana se empezó a poblar y cuando nos dimos cuenta estábamos en pleno tráfico caótico peruano, regado de bocinas y autos que meten la trompa en cada hueco ínfimo que vean. No se entiende cómo en semejante caos no haya choques constantes. Los peruanos tan amables, atentos y educados se transforman frente al volante. Por suerte nuestro anfitrión, Mariano Echegaray, argentino nos esperaba en una de las bajadas para guiarnos a su casa. Y así llegamos a la capital! Otro hito del viaje.
Que hermoso poder viajar con ustedes tambien, asi me siento leyendo sus historias. Soy de Puerto Rico y vivo en Florida. A mi tambien me gusta la aventura, cuando mis hijos estaban pequenos y adolescentes, vivimos en Texas, nos encantaba irnos de paseo a conocer otros lugares. Que Dios les bendiga y sigan disfrutando cada instante.
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Gracias Teresita!
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Excelente Familia!!!!
Execelente experiencia para todos y Uds. multiplican en sus hijos el gran humanismo que poseem!!!
Besos y que anden muy bien
Pablo y flia.
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Gracias Pablo!! Un gran abrazo desde Guatemala
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Que bueno saber que ya estan en Guatemala y probablemente ya esten por llegar a Mexico, es decir mas cerca de Filadelfia Reciban los saludos de la Familia Ballon Manrique de Arequipa Peru i
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Gracias Reynaldo!
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LES DESEAMOS LO MEJOR,UN HERMOSO Y FELIZ VIAJE,DESDE QUELOS CONOCIMOS A TRAVEZ,DEL PERIÒDICO CRISTO HOY,REZAMOS PARA QUE TODO LES VAYA BIEN.
SOMOS RELIGIOSAS DE LA VIRGEN NIÑA.Y ELLA AUNQUE PEQUEÑITA,LOS SIGUE ACOMPAÑANDO.
FELIZ VIAJE,FAMILIA ,LES DESAMOS DESDE LIMA PERU
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Muchas gracias Stella!! Un gran abrazo!
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Que hermoso relato….admiro que se hagan el tiempo para compartir lo vivido. Las fotos hermosas, las memorias más. Un gran abrazo familiar 🙂
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Gracias Silvia! Contarlo es vivirlo dos veces. Un abrazo!
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Reitero mi alegría al saber noticias de Uds. de Cusco a Lima, en esta ciudad estuvimos celebrando el DÍA DE LA MADRE el domingo 10 el regreso estuvo teñido de aventuras en la carretera ya que hubo Paro en Arequipa a favor del Agro y a 3 horas de Arequipa nos quedamos en el Bus porque la carretera estaba cerrada por los huelguistas Por favor escribanos indicándonos en que lugar se encuentran, capas ya estarán en Ecuador Seguimos orando en Arequipa ,los miembros de la familia Ballon Manrique
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Gracias por la crónica, por un rato me he podido unir a vuestro viaje y soñar vuestro sueño que se va haciendo realidad e historia. Un beso muy fuerte para cada uno!
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Eula!! Los Tintorés estan en la kombi siempre presentes!! Beso enorme!!
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Uno lee la crónica y siente que va viajando en la kombi. Dan ganas de que no se acabe nunca. Unos genios!!!!!!
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Gracias Nico!! Abrazo grande.
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MUY LINDAS FOTOS!!!! espero que la esten pasando bien!! suerte !!! : )
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Hola Pili!!! Muchas gracias y suerte a ustedes en secundaria!!!!!
Besos Cala
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Noel: q bellas imágenes , q bello viaje. Sin duda unaexperiencia única!! Muchas gracias por todo lo compartido. Es un deleite para quienes lo leemos.
Un abrazo inmenso a los 6!!
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Gracias!!! Qué bueno nos sigan. Beso grande!
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Q lindo todo lo q cuentan
Una lágrima cayo con el
Relato de catire y Cala y Dimas. Unos grosossss
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Piuch!!! Beso enorme para toda la flia. Agradeciendo cada día.
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Cada día mejor que el anterior !!!! Que alegría se ve en sus caras y sus relatos !!! Grosos Cala y Dimas en el camino del inca !!!! Mucha suerte a toda la flia , los seguimos y rezamos para que todo siga muy bien !!! Besos
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!!! Gracias familia. Nos acordamos siempre, son compañeros de aventuras! Besos
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hola somos Azu y Cruchi como les esta llendo
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Muy bien!!!!!!! Aca estamos en Mancora en la playa nadando con tortugas inmensas!!
hola soy dimas como les va.
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Qué lindo verlos por lares conoci2 y queri2. Sigan subiendo que los espero en México. Salu2 a to2, y a Francisca! ¿Vieron el último post de PqGdVc: ¡Me contestó el Papa! Besos y rezos y ¡Buen camino!, como dicen acá en Mx!
Agus
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que lindo noel todo el relato no tiene desperdicio , que lugares!!!! interesante , buena gente, quiero masssss
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Muy lindo relato. Felicitaciones, y un abrazo especial a «La Cabra».
Oki
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Que buena crónica Noël. Dan ganas de seguir leyendo mucho mas!!!
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Me agrandé con orgullo cuando fui ascendido al «grado» de promotor por Noel al comienzo de tan colorido e interesante relato de la capital del Tahuantisuyo y zonas aledañas. He revivido muchos momentos de vida y de sueños allí cuando,rodeado de chicos y jóvenes, nos empapábamos de cultura ( y a veces también con lluvia) de esa experiencia singular. Me encantó y con mucha ilusión sigo con ustedes el camino. Abrazo grande
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Que lindo Perú!
Cuenten además de lo que hacen, como se sienten, que piensan cada uno, etc
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